"Mi vestido cuelga aquí"

"Mi vestido cuelga aquí"
Frida Kahlo - 1933

viernes, 10 de febrero de 2012

Wyslawa Szymborska




Fallece una poetisa que supo extraer de lo cotidiano y lo simple una mirada distinta, reflejo de verdades más profundas.


Wyslawa Szymborska, nacida en Polonia en 1923, falleció el pasado 1 de febrero, en Cracovia. 


Szymborska nació el 2 de julio de 1923 en Kornik, en el oeste de Polonia. Con 8 años se trasladó a Cracovia, donde vivió hasta la actualidad. Estudió filología y sociología entre los años 1945 y 1948.
Es considerada una de las grandes poetisas de Polonia de post-guerra, junto con otros como Zbigniew Herbert,   Tadeusz Rozewicz o Czeslaw Milosz.
Su primer poesía "Buscando una palabra" se publicó en 1945 en un diario de Cracovia. Ha publicado nueve volúmenes de poesía y obtuvo el premio Nobel en 1996. 


La poesía de Szymborska abarca múltiples temas. Era capaz de escribir sobre una cebolla,  en una poesía donde se aprecia su humor y profundidad. Los animales también fueron objeto de su trabajo. Por ejemplo, en "Gato en un departamento vacío" encontramos los rasgos típicamente gatunos pero que en distintas circunstancias podemos observar también en humanos. Lo mismo sucede en "Dos monos de Brueghel". En esta poesía tan corta, los niveles de análisis pueden llegar a ser sorprendentes. A lo largo de su obra se suceden poesías que hacen sonreír pero otras estremecen, como “Torturas”. También alude a los vínculos humanos como en "Elogio de la hermana" o sentimientos como en "Temor escénico".

Las poesías que se transcriben a continuación son sólo dos ejemplos de su lúcida y crítica interpretación de la realidad. 

Fin y Principio

Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.
Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.
Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.
Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.
A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.
Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.
Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.
Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.
En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.
De "Fin y principio" 1993        
Versión de Abel A. Murcia
Amor a primera vista

Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,

que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

De "Fin y principio" 1993      
Versión de Abel A. Murcia
En el siguiente enlace se pueden encontrar muchas de sus poesías traducidas al castellano: http://elcalamartevigila.zonalibre.org/archives/szymborska,%20wislawa%20-%20paisaje%20con%20grano%20de%20arena%20v1-0.pdf  © de la traducción: Jerzy Slavomirsky y Ana María Moix, 1997.


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